Celebramos el Día del Periodista aunque se sufra como un perro

Hace unos días veníamos pensando sobre qué escribir en esta editorial tan especial para nosotros porque es el día en el que realizamos una especie de catarsis sobre la profesión y lo que le está ocurriendo a nuestro alrededor. Honestamente, habíamos preparado un contenido acerca de algunas situaciones que padecimos en el último tiempo y que tienen que ver con el acceso a la información y cierta discriminación, como medio independiente, que no es más que parte de los gajes del oficio. Pero fue tanta la energía positiva que recibimos en estos días pasados que no podemos de dejar de celebrar poder tener nuestro espacio de difusión libre y sobre todo legitimada en un público que nos reconoce no solo esa condición sino además el valor por el trabajo y una importancia social en la comunidad que nos sorprende

Hace unos días veníamos pensando sobre qué escribir en esta editorial tan especial para nosotros porque es el día en el que realizamos una especie de catarsis sobre la profesión y lo que le está ocurriendo a nuestro alrededor. Honestamente, habíamos preparado un contenido acerca de algunas situaciones que padecimos en el último tiempo y que tienen que ver con el acceso a la información y cierta discriminación, como medio independiente, que no es más que parte de los gajes del oficio. Pero fue tanta la energía positiva que recibimos en estos días pasados que no podemos de dejar de celebrar poder tener nuestro espacio de difusión libre y sobre todo legitimada en un público que nos reconoce no solo esa condición sino además el valor por el trabajo y una importancia social en la comunidad que nos sorprende.

Siempre vamos a recordar nuestra razón de ser, nuestro propósito,  que es la difusión de los actores y hechos importantes de nuestra localidad con el objetivo de incentivar la participación ciudadana y construir lazos comunitarios. Sin este objetivo, un medio de comunicación en una sociedad no debería tener sentido.

El momento del periodismo argentino no es el mejor y es lógico que así sea. Desde hace algún tiempo se puso en discusión lo que “dicen los periodistas” y está bien; los medios tienen intereses y sus líneas editoriales responden a una lógica mercantil. Sin embargo no todo está perdido y tanto en las grandes redacciones o en los pequeños emprendimientos siempre hay movimientos y células que resisten y que hacen crujir los sistemas.

Más allá de esto, es interesante como desde el público se puede ser exigentes con los medios de comunicación  y demandarles otros tipos de argumentos para que podamos valorarlos como actores importantes de nuestra comunidad. Y digamos, hay cosas que son inherentes en las que no hace falta estudiar periodismo y comunicación para llevarlas adelante porque si no nos excusamos en la modestia de la humildad y las ganas; y terminamos justificando el bajo nivel.  Por ejemplo con la calidad; que es una condición importante para exigir. Sobre todo en estas épocas de muchas fakes news, pero ¿Cómo se logra la calidad? Simplemente chequeando información, siendo criterioso con lo que se publica; aportando a la construcción de algo mejor y latir por la búsqueda de igualdad y justicia. La calidad debe primar por sobre la inmediatez. Siempre. Un medio no puede guiarse por trascendidos o rumores, todo debe tener sustento. Sostener la calidad es una tarea muy difícil pero mantener los valores: no.   

Las Higueras va camino a ser ciudad. Como toda ciudad debe comenzar un proceso de autonomía para el que quizás aún no esté preparado y es despegarse como barrio adherente de Río Cuarto; generar una cultura de autovaloración y pertenencia que construya comunidad: “vivir con lo nuestro” decía un eslogan de un pueblo para fundamentar su libertad en los ‘90`s. Valorar el pueblo es valorar sus instituciones, su gente, sus espacios públicos, sus industrias, sus comercios, sus emprendedores, su gente, sus hijos y, claro, sus medios de comunicación que son aquellos que nos permiten unir los lazos entre vidas cada vez más privadas y solitarias. Ni que hablar en un contexto de pandemia.       

¡Es tan lindo ser periodista! para nosotros es un placer porque lo vivimos con responsabilidad, intensidad y sobre todo mucha pasión.  A veces, llegan momentos en los que estamos a punto de claudicar porque no vivimos del El Día de Higueras; esta profesión no tiene horarios y tenemos hijos que atender, compromisos laborales que cumplir y además porque somos muy agudos en lo que hacemos. Pero cada “me gusta” en redes sociales, cada llamada para pedirnos una nota, cada pedido de foto, cada reconocimiento verbal, que no han sido pocos, son experiencias que el dinero no puede comprar y como decía García Márquez "aunque se sufra como un perro, no hay mejor oficio que el periodismo”.

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Este año, en el que se cumple un lustro de nuestra existencia como medio de comunicación de Las Higueras, es sin dudas el que mayores variaciones ha tenido en términos contextuales, profesionales y hasta personales de quienes hacemos el medio. Sin embargo, creemos que hemos logrado sostener nuestra esencia y sobre todo los mismos valores con los que nacimos.