En las últimas semanas ocurrieron al menos 3 casos en la localidad donde vecinos fueron engañados y luego extorsionados con el pedido de dinero haciéndose pasar por policías o miembros de un organismo público, abogados o alguna entidad financiera. Este tipo de maniobras de los delincuentes operan sobre las aplicaciones de citas o sitios de redes sociales para conocer otras personas a las cuales terminan engañando.

Ante cualquier consulta comunicarse al 911 o al 101 o acercarse a la comisaria de Las Higueras

En términos de forma, es posible identificar algunos comportamientos habituales o "modus operandi" de los estafadores, entre los que se encuentran:

1. Solicitar demasiada información personal a la potencial víctima.
2. Ser evasivos con preguntas o evitar compartir este tipo de datos. 
3. Dar excusas cada vez más elaboradas para no verse personalmente o unirse a una videollamada.
4. Asegurar que viven o trabajan fuera del país del que se encuentra la víctima.
5. Afirmar que están trabajando en sectores como el petrolero, ejército o médico. 
6. Avanzar muy rápido en la relación, declarar su "amor" en poco tiempo e incluso realizar propuestas de matrimonio.
7. Mudar la conversación del sitio o aplicación de citas hacia un chat privado.
8. Contar con perfiles y nombres que no pueden ser identificados en alguna otra red social.

En cuanto a lo profundo de la conversación en sí, las principales características del discurso de un estafador están relacionadas con la petición de dinero:

1. Contar historias de vida complicadas para argumentar por qué necesitan dinero. Esto suele incluir la necesidad de pagar: gastos de viaje, gastos médicos, visas, documentos de viaje, deudas de juego, tarifas aduaneras aplicadas a los artículos importados, entre otras excusas.
2. Solicitar dinero demasiado pronto o abrir cuentas bancarias para usar. También usar cuentas para lavar el dinero que obtienen de otras víctimas, convirtiendo a la víctima del fraude romántico en mulas de dinero involuntarias.

En ocasiones se llevan a cabo prácticas como el sexting, lo que puede derivar en la "sextorsión", donde los atacantes amagan con hacer públicas las fotografías o videos de la víctima, en caso de no acceder a sus peticiones.

Lamentablemente es una práctica cada vez más frecuente en donde la mayoría de las veces no se denuncia por distintos factores, como la afectación a la imagen y reputación de las víctimas. Sin embargo, una cosa está clara: el fraude de las apps de citas es un gran negocio.

En caso de ser víctima, es importante no sufrir en silencio y denunciar el delito, ya que estas acciones pueden evitar que otras personas se conviertan en víctimas.

Fuente: Clarín