Si lo hacemos con lo que nos da placer, con aquellas cosas que disfrutamos y nos agrada ¿Cuánto más con otras cuestiones?

Hoy muchos dicen “la gente ya no lee” y en realidad, yo creo que la gente lee y escribe mucho, lo que no hace es hablar. 

La tecnología nos atrapa, nos acerca a aquellos que tenemos lejos, pero nos aleja de aquellos que tenemos cerca. 

Somos seres parlantes, que pensamos en palabras, nuestro lenguaje es una función cerebral superior, no es poca cosa.

¿Se han preguntado hacia dónde vamos? ¿Por qué hablamos menos? será que el ritmo de vida nos robó ese tiempo de matear con amigos, de escuchar a nuestros hijos, de conversar en la mesa, sobre la escuela, los amigos, compartir vivencias. Hoy reina el silencio…. parece que no hay nadie…pero si, estamos todos.

Los niños tienen acceso a múltiples y diversos recursos, pero estos no le enseñarán a hablar, lo haremos nosotros, los hablantes que los rodeamos, a hablar se aprende hablando, pero si no hablamos ¿Cómo aprenderán? 

Les dejo un desafío, tómense 5 minutos para conversar intencionalmente, preguntar con interés de escuchar, volvamos a mirarnos, volvamos a dialogar, anímense al desafío verán que lo van a disfrutar.

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