Enfermeras higuerenses en el frente

#YoMeQuedoEnCasa #SeamosResponsables Desde que se inició el aislamiento preventivo, social y obligatorio por la pandemia del #Covid-19 la frase más escuchada es #quedateencasa. Por la salud de cada uno, para #cuidarnosentretodos y por sobre todo hacerlo por aquellos que no pueden aunque quisieran. En primera persona, el testimonio de cuatro mujeres enfermeras de Las Higueras que nos cuentan cómo viven estos días de lucha frente a este enemigo invisible: el #Coronavirus .

Rosario Martina tiene 23 años, es enfermera profesional y desde hace 8 meses trabaja en el Nuevo Hospital Río Cuarto.

“Yo vivo estos días con mucha valentía, ganas de luchar y obvio que un poco de miedo y dudas, nunca tuve temor de salir a la calle porque más temor me daría dejar solos a mis compañeros de trabajo y a mis pacientes; si la gente reconoce nuestra labor podrá entender que nos ayuda que permanezcan en sus casas, eso es una gran ventaja para el personal de salud”


¿Cómo son tus días en este tiempo?

Me levanto a las 5 de la mañana me preparo y me voy al trabajo, antes de las 6 ya estoy ahí. A las 14hs regreso a casa, me ducho y luego almuerzo. Después veo alguna serie, o leo los apuntes que mandan los docentes, ya que estoy transitando el último año de la Licenciatura en Enfermería. Trato de mantener la mente ocupada.


 
 
María Isabel Angelini, (55) es recibida en el año 1996 de Auxiliar de Enfermería en la Cruz Roja, actualmente está haciendo la carrera de enfermería en el Sindicato de Empleados Públicos. 

Realizó sus primeros pasos en una clínica del pueblo donde vivía junto a su familia, hasta que un día decidió traer currículum a Río Cuarto a Policlínico San Lucas,  “me llamaron enseguida , allí adquirí toda la práctica ,muy agradecida a todas las enfermeras de allí que me enseñaron” 

Desde el año 2004 se desempeña en el Hospital San Antonio de Padua en el cuarto piso en cirugía. “Si bien no me ha tocado de cerca estar con pacientes con este problema de ahora ,no tengo miedo ,si respeto y trato de tomar los recaudos necesarios, amo mi trabajo. Gracias a Dios me gusta trabajar en la sala y escuchar a los pacientes muchos no son de Río Cuarto y están solos y bueno trato en lo posible atenderlos bien”

 

  
 
 


 Rosana Vélez “Toty” se graduó de auxiliar en enfermería hace 23 años y recientemente de enfermera. Hoy se dedica al cuidado de pacientes particulares en domicilio y además brindando servicios de enfermería, una de las prestaciones de una reconocida Farmacia de la ciudad de Río Cuarto.

“Vivo esta situación con respeto y cuidado, cuando empezó todo me hizo acordar aquella vez que aparecieron los primeros casos de Gripe A, si bien nunca llegamos a esta situación estábamos preparados para cuidar al prójimo”.

“Todos los días me llegan mensajes muy bellos, eso tiene nuestra profesión, te permite valorar el reconocimiento del otro, siempre me ha dejado los momentos más bellos y me ha dado valor para sobrellevar los feos”

 

  
 
 
Paola Morales(45) desde el año 2005 se desempeña como enfermera, en la Clínica del Sud, aunque en sector de Unidad Coronaria desde el año 2011.

Asegura que si bien la situación actual es muy estresante, se están capacitando más de lo habitual para atravesarla. “Nunca pensé en vivir algo así, soy fanática de las pelis de ciencia ficción y me imaginaba la situación "muy de ficción".

Si bien no siente temor de salir a la calle ni de atender a los pacientes, el miedo la invade al llegar a la esquina de su casa. “El protocolo para el ingreso al hogar es rutinario nada diferente a lo que hacemos habitualmente con pacientes aislados, cuando se declaró la cuarentena estaba trabajando, al salir de la clínica y ver la desolación en la calle, sentí mucha angustia y lloré todo el camino de regreso a casa”; recuerda.

“Los enfermeros siempre somos a la vista de la sociedad, quienes menos reconocimiento tenemos, de las ocho horas que dura nuestra jornada laboral, el paciente ve al médico muy poco, somos nosotros quienes estamos constantemente a su lado, somos testigos de cosas y secretos que ni la familia sabe, somos la pieza más pequeña pero la más importante de un gran motor. Sin nosotros, el médico no es nada, somos sus ojos y sus manos también”.

¿Qué pensás de esta situación? 

Es todo muy triste, porque mucha gente no toma conciencia, la única manera de matar un virus, es evitar el contacto humano. Estoy viviendo la situación con mucha angustia, mi familia es muy pequeña y estamos diseminados en varias viviendas. No solo tengo miedo por los que están conmigo, sino que extraño mucho a los que no están. Mi madre y mi abuela también corren riesgo. Espero que tomen conciencia, que se queden en casa quienes puedan, ya que quienes quisiéramos no lo podemos hacer”. Es la única manera de cuidarnos y cuidar a quienes amamos.

#SeamosResponsables #Quedateencasa