UNRC: Honoris Causa a los Creadores del Grupo RENACER




Renacer celebró el lunes 5 de diciembre 34 años de vida, el grupo nacido en Río Cuarto se ha extendido a Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, México, España y desde hace algunas semanas en Sydney, Australia.

Desde el momento de su creación se ha trabajado junto a padres que pierden hijos, el sufrimiento que esa pérdida ocasiona y como por amor a ellos y los que aún quedan, se puede reemplazar el sentimiento de dolor por un sentimiento de amor.
El Acto en el Aula Mayor fue presidido por el rector de la UNRC, Roberto Rovere, a quien acompañaron el vicerrector, Jorge González; Carmen Cholaky, decana de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, el doctor Berti, la profesora Schneider y su hija Luciana Berti.
Tras la lectura de la resolución 125/2022 del Consejo Superior, 7 el rector entregó el diploma correspondiente a la distinción doctoral a Gustavo Berti y Alicia Schneider, en un marco de aplausos, abrazos, sonrisas y un alegre baile de ella en el escenario. Luego, el rector les entregó la colección completa del escritor Juan Filloy, otro Honoris Causa de la UNRC, editada por UniRío.
Claudio Carabaca, integrante de Renacer desde hace 16 años, fue el primero en hacer uso de la palabra. Recordó a sus “hijos Cristian y Matías”, cuyos rostros están estampados en su chaqueta identificatoria del grupo, “y de este lado de la vida me acompañan Aylen, Clara y mi esposa. Los consideró que “son padres que enfrentaron la muerte de su hijo y crearon un movimiento contracultural, el grupo Renacer”. Ante “el profundo sufrimiento, sintieron que su hijo merecía ser recordado con amor.
Entendieron que la muerte de un hijo no puede ni debe ser un duelo eterno”. Carabaca, quien es nodocente de la UNRC, dijo que “pese a que la tristeza los abrumó, convocaron a madres y padres que pasaron por la misma situación para rearmar sus vidas”. Con sabiduría edificaron “esperanza para que podamos ser seres más comprensivos, compasivos, solidarios, empáticos, en fin, más amorosos”.
En sus palabras, Alicia Schneider “agradeció enormemente” las presencias de padres, después de lo cual afirmó que “Renacer es un grito a la libertad y la responsabilidad, hacernos cargo de nuestra vida, lo que sea que nos presente”. “Los hijos siguen muriendo: jóvenes, niños, adultos, embarazos que se pierden”, expresó, por lo cual continúa siendo fructífero “darnos a manos llenas” como sucede en Renacer. El golpe es duro, aseveró y evocó que a la muerte de Nicolás, su hermana Luciana se había derrumbado”. Por ende, la decisión fue “ponernos de pie” y ser “un faro para los otros”.
Por cierto, Renacer entrañó “un gran esfuerzo”, pero la cosecha fue buena y se sintetiza en una idea que ha sabido convertir en hechos: “Después de la muerte de un hijo no se termina todo; comienza una nueva vida”.
Gustavo Berti agradeció y rememoró los comienzos. “No estoy completamente seguro de lo que significa la muerte de un hijo, ...después de la muerte de un hijo no se puede volver a ser la misma persona que éramos antes”. Sostuvo que a través de la tarea del grupo, quien participa de él adquiere nuevos valores. Aseguró que muchos padres solían quedarse con la convicción de que no les alcanzaba con ir al psicólogo o al psiquiatra tras la muerte de sus hijos.
“Renacer vino a mostrar que el sufrimiento se trasciende a través de la ayuda mutua; los psicólogos se opusieron a nosotros”, recordó pues asumían que no estábamos capacitados. Claro que hoy “eso cambió” ya que estos profesionales han entendido que los pares reunidos sí pueden ayudar por cuanto tienen una cabal comprensión del dolor a partir de su vivencia. De allí que Renacer conlleve “una transformación cultural, más allá de su condición de grupo existencial”.
Prensa y Difusión UNRC