A 15 años de las Explosiones en Planta Piloto




A 15 años, en el Campus Universitario se recordó este lunes a las seis víctimas de las explosiones en la Planta Piloto de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Fue en un emotivo acto organizado por la Asociación Gremial Docente y con la presencia de integrantes de la Comunidad Universitaria, familiares y amigos de los Docentes e Investigadores fallecidos en esta tragedia que enlutó a todos aquel 5 de diciembre del año 2007.
En el comienzo, se honró la memoria de todos ellos con un minuto de silencio, luego se leyó una carta de Fabiana San Martín, esposa del profesor Damián Cardarelli quien expresó su deseo de que este 5 de diciembre "sirva para que las muertes de Juan, Liliana, Carlos, Damián, Gladys y Miguel sean una luz en cada lugar de trabajo para que estén todas las condiciones laborales aptas para desarrollar cada una de las actividades..."
Seguidamente Adriana Moyetta en representación de la Asociación Gremial Docente propuso recordar lo pasado en estos quince años dentro y fuera de la institución y luego explicó los fundamentos del Concurso de Murales organizado por AGD denominado "La vida y las condiciones de trabajo" a 15 años de las explosiones de la planta piloto, en el que resultó ganadora la artista Cecilia Cibils Martina, quien desde mediados de noviembre empezó a llenar de colores y de trazos las paredes sur y este edificio.
La artista resumió el espíritu de la obra en estos términos: "Sanar a través del arte. Encontrar una nueva mirada para este espacio tan lleno de memoria. Colores que buscan integrar al edificio a la naturaleza que lo rodea y darle dinamismo. Elementos que se destacan para ilustrar la vida y la seguridad en el trabajo. Homenaje para las víctimas de los hechos ocurridos el 5 de diciembre de 2007, quienes están siempre presentes".
La profesora Elena Berrutti tomó luego la palabra y dedicó los primeros minutos para recordar al poeta, dramaturgo, periodista, filósofo y docente Vicente Zito Lema, quien falleció este domingo. Y se refirió al arte "no es adorno, ornamento. No siempre embellece, en el sentido decorativo y más banal de la palabra. Lo artístico, en sus diferentes manifestaciones y lenguajes, en sus diversas estéticas, representa. Es decir, vuelve a presentar, vuelve a hacer presente segmentos o ecos de cultura o de vida de lo que llamamos lo real. Y, al hacerlo, llama la atención sobre algo para que no pase desapercibido, para que no lo barramos bajo la alfombra, para que no lo olvidemos. Resignifica lo dicho una y otra vez, conmueve, moviliza, interpela"
El Padre Carlos Juncos fue quien realizó la invocación religiosa y dio paso a que los presentes depositaran claveles blancos a los pies de la puerta de ingreso a la planta piloto.
Hacia el final la secretaria general de la Asociación Gremial Docente, Florencia Granato remarcó que "AGD ha sostenido la memoria, y seguirá haciéndolo, para que nunca más ocurran muertes, siquiera deseamos ni anhelamos sufrimientos evitables en el lugar de trabajo. Por ello, hoy descansamos y nos amparamos en el arte para buscar reparar, sanar, curar, siempre sin olvido...".
En el cierre se concedió a los familiares de las víctimas de la explosión de la planta piloto un espacio para compartir sus reflexiones con los presentes. Así, tomaron la palabra Lucas Simone, hijo de la profesora Gladys Baralla, quien rememoró a su madre, aunque reconoció que por su corta edad en aquel entonces algunos recuerdos le resultaban difusos, un beso al aire, en dirección a la oficina en la que trabajaba su madre, fue su despedida.
También se acercó a dirigir sus palabras Claudio Ceballos, esposo de Liliana Giacomelli, "Todos saben. Tengo cuatro hijas. Fueron cuatro quince años. Hoy veo acá nuevas caras, nuevas presencias, para continuar, para hacer docencia, para formar a los futuros profesionales, para aprender de las cosas que pasaron. Eso es lo más importantes que podemos demostrar como comunidad: aprender. Aprender que a partir de nuestros errores nos reconstruimos, nos fortalecemos, renacemos y podemos enseñar. Ese es uno de los desafíos más grandes que tenemos como comunidad de ahora en adelante. El mayor desafío será poder ejercer nuestro profesionalismo docente para poder formar, formarlos y conocer qué fue lo que pasó, porque todavía hay mucho imaginario docente, mucho imaginario de las redes y mucho imaginario de los medios. Es hora de que empecemos a revisar qué fue lo que pasó y cómo se puede evitar. Los invito a ser activos con ese compromiso docente, para cuando ya no estemos algunos de nosotros" concluyó.
Finalmente, la comunidad universitaria cerró la conmemoración de este Día de la memoria, de la reflexión y la vida con una santa misa celebrada por el padre Carlos Juncos, en el anfiteatro 1 del pabellón 2 del campus.
Prensa y Difusión UNRC