"Empecé con $600 prestados"

Carnicería San Martín abrió sus puertas en Las Higueras un 2 de agosto de 1972. A sus 74 años, Carlos Basconcelo (74) se muestra orgulloso por el camino recorrido.

Medio siglo de vida comercial como Carnicero en Las Higueras celebra hoy Carlos Basconcelo, el vecino que con un dinero prestado y el apoyo incondicional de su hermano logró abrir su negocio.  

"Comenzamos en el local de Lo Giudice, ahí pusimos la carnicería, alquilábamos, mi hermano me dio una gran mano, yo no tenía un peso y no sé si solo lo hubiera encarado, quizás por falta de actitud, experiencia, solo sé que empecé con 600 pesos prestados de una gente amiga del barrio, compramos la heladera y el mostrador y la sierra y largamos"; recuerda. 

¿Cómo fueron esas épocas? 

Muy buenas, en el pueblo éramos 3 o 4 carniceros, ahora hay 20... declarados (risas),  todo se fue dando con trabajo, tuvimos la suerte de andar bien y crecer mucho.

Pudo construir su propio local...  

Gracias a Dios si, hace 40 y tantos años, el primer día que abrimos colgamos seis animales- chicos- pero seis en los ganchos, se vendía hermoso, había poca competencia y mucha gente compraba, pensá que la Base tenia 1000 empleados civiles, otros 1000 militares, tuvimos la suerte de vender mucho.

¿Tenía fiado? 

Llegué a tener más de 100 libretas, con clientes cumplidores, nunca renegué, en aquel entonces la palabra valía. Aún conservo algunas libretas. Se trabajaba una barbaridad, lo que hoy se vende en una semana se vendía en un día, no había tanta competencia también, en mi caso pudimos subsistir y todo salió bien. 

¿Alguna vez pensó en cerrar en todo este tiempo?

Nunca pensé en dejar, nunca me faltó voluntad de trabajo, al contrario ahora que debo parar que el físico no me da por mis problemas de columna, sigo acá. Siempre tuve ganas de trabajar, uno veía que redituaba y vivía más o menos bien. Con la ganancia propia de un carnicero, pude hacer estudiar a los hijos, cada uno gracias a Dios hoy tiene su trabajo.

"Estoy orgulloso. tengo muy presente este día, aún conservo la libreta de salud de esa fecha que habilitó mi negocio, me da lástima la situación que atravesamos porque los que nos administran como gobierno no piensan en la gente" 

¿Alguien de la familia seguirá sus pasos?

Ya nadie quedará con este negocio, pero ya veremos, no tengo fecha de cierre aún aunque se que el cuerpo ya no da y por eso hay que pensar en dejar, aunque uno de la cabeza quiere, el físico se deteriora. Lo importante es que estoy más que agradecido a la vida y a los clientes por todo lo logrado.