Te quiero hablar a vos que nunca sentiste lo que es salir campeones del mundo

Hoy, el 60% de los argentinos -menores de 36 años- no pudo disfrutar en vivo de las finales disputadas por Argentina frente a Holanda, en 1978; y frente a Alemania, en 1986. Ojalá todos los argentinos vivamos la enorme dicha de ganar la tercera (la primera para más de la mitad de los argentinos) y alzar la copa otra vez.

Te quiero hablar a vos, que (como casi el 60% de los argentinos) tenés menos de 36 años y nunca sentiste lo que es salir campeones del mundo.

Yo tenía 7 años cuando Mario Alberto Kempes se mandó una patriada muy parecida al golazo de Julián Álvarez contra Croacia, llevándose por delante a media Holanda y logramos por primera vez ganar la Copa del Mundo. Tengo recuerdos infantiles en blanco y negro: Clemente, los papelitos, el Obelisco...

Y ya tenía 15 cuando el Diego nos dio el mejor mundial jamás jugado y sacó a bailar todo el mundo para que volviéramos a levantar la Copa. De este me acuerdo todo, eh? el gol a los ingleses, la extraordinaria semi frente a Bélgica, la bravura del Tata Brown en la final para engancharse el dedo en la camiseta y jugar con el hombro salido, el agónico gol del Burru, la salida del plantel al balcón de la Casa Rosada y yo ahí, festejando con amigos en la Plaza de Mayo quizás como nunca lo sentí en algún otro acto masivo.

En ese momento era joven y confiado. Como quizás lo sos vos ahora. Y pensé que ganar mundiales iba a ser algo que iba a pasarme seguido. Estaba malcriado por tanta fortuna.

Y profundamente equivocado.

¿Ilusiones? ¡De Sobra!

  • ¿Cómo no ilusionarme si jugando horrible llegamos a la final del 90 y parecía que se venía el doblete? Y vino otra cosa: vino Codesal…
  • ¿Cómo no ilusionarme si Maradona volvió de las cenizas y con esa camiseta azul con rombos le gritó al mundo el golazo a Grecia en el 94? Pero le cortaron las piernas…
  • ¿Cómo no ilusionarme por eliminar a de nuevo a Inglaterra en el 98? Pero el Burrito cabecea al arquero y Bergkamp baja una imposible…
  • ¿Cómo no ilusionarme con el 2002 si Bielsa venía invicto con un equipazo? Y nos volvimos en primera ronda de manera inexplicable…
  • ¿Cómo no ilusionarme en el 2006 si Pekerman era volver a las fuentes y asomaba un pibe llamado Messi que parecía finalmente poder llenar esos zapatos enormes que había dejado Diego? Pero salió Román por Cambiasso y afuera por penales…
  • ¿Cómo no ilusionarme en el 2010 si la historia era perfecta? ¡Messi ya era Messi! ¡Maradona volvía para cerrar el ciclo! ¿Algo más se necesitaba? Si, jugar bien. Alemania nos destrozó las ilusiones de esa historia casi perfecta.
  • ¿Cómo no ilusionarnos entonces en el 2014, final en el lugar soñado del mundo: el Maracaná? No hay forma de no ilusionarse. Es ahí. Es en ese momento. Todos lo supimos. Pero era por abajo… y con el VAR el rodillazo a Higuaín hoy hubiese sido penal. pero no. No entró. Y Entró Götze…

Resulta que desde aquella concentración austera del 86 en el Club América de México, con un teléfono público por donde hablaban con cospeles, hasta los lujos de Qatar con las transmisiones de Twitch del Kun y Messi, pasaron 36 años y medio.

Acabo de cumplir 52 y nunca volví a ver a Argentina campeona del mundo.

No solo ya no tengo 15 años.

Ahora tengo tres hijos viendo los partidos conmigo, todos mayores que aquel chico que fui.

Ahora entiendo lo increíblemente que es jugar (y ojalá ganar) una final del mundo.

No nos pasa solo a nosotros. Cuando arranque el mundial 2026 casi el 40% de los brasileños nunca habrán visto a Brasil ser campeón mundial.

Por eso quiero decirte a vos y al 60% de los que no habían nacido cuando levantamos por última vez la Copa en México 86, que aprovechen, que estamos ante una oportunidad que pasa muy pocas veces en la vida.

Ganar un mundial es un momento único, como casarse o tener un hijo.

Si se nos da, disfrutalo con cada fibra de tu cuerpo. Y sabe que puede pasar, y ojalá no sea así, que el próximo lo estés compartiendo con tus hijos ya más grandes de lo que sos hoy!

Deseo de corazón que, de la mano de Messi y este plantel maravilloso que es la Scaloneta, todos los argentinos vivamos la enorme dicha de ganar la tercera (la primera para más de la mitad de los argentinos) y ser campeones mundiales otra vez!

Y si no se llega a dar, a homenajear a estos jugadores y renovar la ilusión una vez más para dentro de cuatro años.

Santiago Bilinkis para Infobae